Ronnie Peterson

Bengt Ronnie Peterson  Nació el 14 de febrero de 1944 en Örebro, Suecia - † - el 11 de septiembre de 1978 en Monza, Italia, fue un piloto de automovilismo de velocidad sueco.
Compitió en la Fórmula 1 para los equipos March, Lotus y Tyrrell, donde logró diez victorias y 26 podios, además de resultar subcampeón en 1971 y 1978, tercero en 1973 y quinto en 1974.
Es el séptimo piloto con más victorias entre quienes no obtuvieron el título. Su carrera se vio detenida por un choque fatal en el Gran Premio de Italia de 1978 cuando peleaba por el campeonato.
Aquella vez cuando sucedió ese trágico accidente, los pilotos James Hunt y Clay Regazzoni (leyendas de la Formula 1) fueron dos de los que ayudaron a sacarlo de su auto, mientras se estaba incendiando.
Ronnie Peterson nació en Örebro, en el barrio de Almby, Suecia. Desarrolló su estilo de conducir a una temprana edad, compitiendo en carreras de karting, y posteriormente trasladó su estilo a la Fórmula 1.
Su debut en un Gran Premio fue conduciendo un March 701 con motor Cosworth en el Gran Premio de Mónaco en 1970. Al poco dejar los karts, entró en la Fórmula 3 con un automóvil co-diseñado con su padre. En 1971 ganó el campeonato europeo de Fórmula 2 con un March 712, y cinco segundos puestos en Fórmula uno que le llevaron a igualar a Jackie Stewart en los mundiales de aquel año. Peterson permaneció con March hasta 1973, año en que firma contrato para la escudería Lotus, de Colin Chapman, teniendo a Emerson "Emmo" Fittipaldi como compañero de equipo.
1973 Ronnie  en el Circuito Paul Ricard , con un Lotus 72
la foto es de 1974, en 1973 tenia el Nr. 2
La primera victoria de Peterson en la Fórmula 1 la obtuvo en el Gran Premio de Francia de 1973, en el Circuito Paul Ricard Circuit, con un Lotus 72 con motor Cosworth. Obtuvo tres triunfos más aquel año: Gran Premio de Austria de 1973, Gran Premio de Italia de 1973 y Gran Premio de los Estados Unidos de 1973. 1974 le supuso tres nuevas victorias: Gran Premio de Francia de 1974 y Gran Premio de Italia de 1974 de nuevo, pero también el Gran Premio de Mónaco de 1974, el gallardete azul de la Fórmula 1.
Clay Regazzoni, Ronnie Peterson y Niki Lauda
2º,1ºy3º al gran premio de Francia 1974

 La temporada de 1975, con Ferrari y Mclaren netamente superiores, deja los retazos de un habilidoso piloto a los mandos de un ya subsidiario Lotus 72 en Austria y Mónaco. Los intentos vanos por desarrollar el Lotus 76 por parte de los hombres de Colin Champman acaban por mermar la paciencia del sueco. Tras disputarse el Gran Premio de Brasil de 1976, primero de la temporada, a los mandos del Lotus 77, donde clasificaron en la antepenúltima fila de parrilla, Peterson abandona la escudería de sus últimos años para volver a March, donde tras esfuerzos titánicos a bordo del 761 logró la victoria en su circuito fetiche: Monza.
El atractivo Tyrrel P34 le lleva a cambiar de nuevo de aires en la temporada de 1977, donde un brillante Patrick Depailler lo oscurece salvo en su siempre brillante Mónaco, que en clasificación, resulta ser su única alegría aquella temporada.
Ronnie Peterson en el March 761 remontó desde la octava posición
hasta conseguir la victoria en el GP de Italia 1976

Colin Champan nunca olvidó su talento y decidió reavivar a un desmoralizado Ronnie fichándolo como segundo piloto para la temporada de 1978, donde a los mandos de uno de los monoplazas más bonitos y a la vez dominadores de la historia de este deporte, resurge de una manera tan brillante que vuelve a sonreír, a ser feliz y por supuesto, a ser el hombre más rápido del mundo.
Su compañero a los mandos del Lotus 78 y 79, Mario Andretti, comentaba una vez sobre el doble esfuerzo que debía hacer el sueco para alcanzar el mismo nivel de prestaciones; ellos compartían información y empezaban con la misma base al llegar al circuito, sin embargo, cuando se trataba de afinar la preparación al máximo, a Ronnie no se le daba bien, pero a base de manos y habilidad conseguía ir al mismo ritmo.
Accidente de Peterson en el GP de Italia 1978

El Gran Premio de Italia de 1978 en Monza empezó mal para Ronnie, pues durante los entrenamientos dañó el Lotus 79 y como consecuencia se magulló severamente las piernas. El Grupo Lotus tenía un 79 de repuesto, pero diseñado a medida para Mario Andretti, por lo que Peterson, notablemente más alto, no era capaz de acomodarse. El único automóvil que les quedaba era un 78 usado en los últimos años y que había sido sacado fuera de servicio y no había recibido ningún tipo de revisión.
En la salida de la carrera se produjo con choque masivo en la curva grande y se armó una escabechina. James Hunt colisionó con Peterson, con Riccardo Patrese, Vittorio Brambilla, Hans-Joachim Stuck, Patrick Depailler, Didier Pironi, Derek Daly, Clay Regazzoni y Brett Lunger desencadenando el consiguiente tumulto.
El Lotus de Peterson terminó empotrado contra las barreras y se prendió fuego. Hunt, Regazzoni y Depailler intentaron liberar al sueco del amasijo de chatarra antes de que sufriera quemaduras graves. Consiguieron sacarlo y lo dejaron, consciente, en medio de la pista, con sus piernas severamente lesionadas a la vista de todos.
La ayuda médica tardó más de 20 minutos en presentarse en el circuito. Para entonces, la máxima preocupación era Brambilla, quien fue golpeado con un neumático volador que le hizo entrar en estado comatoso (posteriormente se recuperaría y continuaría como piloto de Fórmula 1). La vida de Peterson, sin embargo, no parecía peligrar. Todos los pilotos malheridos fueron trasladados al hospital de Milán y tras despejar el circuito, la carrera continuó para los que quedaban.
Ya en el hospital, un examen de rayos X mostró que Peterson tenía 17 fracturas en una pierna y 3 en la otra. Tras discutirlo con el propio Ronnie, los cirujanos decidieron operarlo para estabilizarle los huesos.
Aquella noche, Peterson experimentó una complicación severa relacionada a las fracturas múltiples denominada embolia grasa, la cual a su vez le produjo un fallo de múltiples órganos. Pocas horas después, fue declarado oficialmente muerto.

Siempre nos quedará en el recuerdo esa foto de Ronnie Peterson cruzado en cualquier curva de cualquier circuito; su siempre amigo y compañero, Emerson Fittipaldi , lo resumió una vez: "Para los espectadores era muy especial por su estilo de pilotar, siempre agresivo y espectacular. A menudo vi a Ronnie colocarse con su coche en posiciones que sólo Ronnie podía recuperar. Y lo hacía”

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